Excelente artículo de Alfredo Relaño, director del diario As, en el que solicita paciencia a los madridistas para construir el futuro.
Controlar la impaciencia, ésa es la clave en el fútbol, más quizá que en ninguna otra actividad de la vida. Lo pensaba ayer en Ceuta, donde pasamos un magnífico día, culminado con un debate-coloquio sobre la prensa deportiva. Como es inevitable, se convirtió en debate-coloquio sobre el Madrid y el Barça, sobre sus parecidos y sus diferencias. Nadie discute algo: el Barça de hoy es la perfección. Sobre el Madrid hay ilusión, basada en lo que se espera de Florentino, pero empieza a detectarse cierta impaciencia.
¿Cuándo el entrenador? ¿Cuándo Cristiano Ronaldo? ¿Cuándo se irá este o aquel? Aún no ha empezado el periodo electoral y ya se espera que Florentino gobierne, que fiche, presente y coloque sobre el campo de nuevo un equipo rutilante, con galácticos de los de a 80 millones la pieza, con muchos españoles para que vuelva a 'notarse' el Madrid en la Selección, con defensas firmes, laterales explosivos, un par de creadores, extremos incisivos y un gran goleador. Todo eso, o poco menos, se espera para una semana, dos a lo más tardar. Y no va a ser así, conviene que nos vayamos acostumbrando.
Y los primeros, nosotros, los periodistas, que tenemos y metemos más prisa que nadie. Y, sin embargo, no puedo dejar de entender cierta pesadumbre que alcanza al aficionado con esta especie de calma chicha, que contrasta con la espectacular aparición de Florentino en el Ritz. "Hay que hacer en un año lo de tres". Esa frase entusiasmó, pero ahora Wenger dice que no, choca el bandazo hacia Mourinho, se oye que lo de Cristiano, que estaba hecho, hay que abaratarlo... Ayer, mientras los barcelonistas presumían de su inminente final de Champions, los madridistas pedían algo, una noticia, un fichaje, una confirmación. La impaciencia acompaña al fútbol. El secreto es dominarla.
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