El objetivo

El equipo ganador es el que se levanta el primero después de una derrota

jueves, 29 de enero de 2009

Llull y la raza balear


El Madrid estaba atascado. No veía forma de recortar la ventaja de un Barça muy superior. Los culés se mantenían firmes en la pintura, con un absoluto dominio en los rebotes y una superioridad física que provocaba arritmias a la parroquia local. Para colmo, por fuera estaba Navarro. Su muñeca no perdona desde los 6,25. Y menos si los rivales visten de blanco.

Con este panorama Plaza sólo contaba con un base: el joven Sergio Llull (21 años), que llegó a la capital hace dos temporadas, en plenos play off por el título y sin haber jugado un partido en ACB. Raúl tenía molestias y Pepe Sánchez… bueno, el argentino estaba por ahí. Era su momento. El domingo ante el Bruesa ya lo había anticipado: tiene arresto, ganas, inteligencia, forma física y cabeza para comandar al Madrid. Pero la empresa se antojaba imposible.

Sin embargo, Llull debió pensar en su vecino Nadal. Nada está perdido hasta que no se puede ganar. El Barça parecía imbatible. De hecho, en esta Euroleague sólo había perdido un partido, en Siena. Se masticaba la derrota. Pero entonces el 23 blanco hizo un “coast to coast”, se fue al centro de la pista y pidió al público que creyera. Se podía. Como cuando Nadal levanta su puño izquierdo y se auto motiva.

El triple que endosó a falta de un minuto y medio, escorado, casi sin ángulo y que culminaba la remontada (“Ninguna remontada es tal hasta que no se culmina”, decía el gran Pedro Barthe), demostró su estado de confianza. El Madrid le necesita. Otro balear salta a la fama. ¿Con qué alimentan a los niños en las islas?


A. Alvarez Rodrigo

sábado, 24 de enero de 2009

"No tengo una motivación especial", Igor Terminator Rakocevic

La frase es de Igor Rakocevic después de triturar la Unicaja en el mejor encuentro de lo que va en la Liga ACB. El serbio que con 37 puntos contribuyó de manera más que decisiva a mantener el Buesa Arena inaccesible es la bestia negra de los malagueños. Dice que no tiene motivación. Un tipo que hace dos temporadas le endosó 31 puntos en 10 minutos al mismo equipo y que hoy, con un soberbio último cuarto ha declinado la balanza a favor del TAU entre dos de las mejores plantillas de Europa.

A parte de Rakocevic, el encuentro ha sido un canto al baloncesto. Un encuentro de los que hace afición. Seguramente la audiencia no será multitudinaria. Pero los pocos que hemos podido disfrutar de este partidazo vamos a necesitar muchos más para olvidarlo. No será fácil. Desde luego que la afición del Baskonia tiene bien pagado su abono, sobre todo por ver a un jugadorazo como el balcánico.

Del otro lado de la tortilla estaba España de balonmano. A principio de la tarde, los de Valero emprendieron su penitencia ante Australia. El resultado lo dice todo: 10-42. Es el castigo a los errores cometidos. Pero, visto lo visto, quizás es mejor haber fracasado ante Corea y agachar la cabeza, que pasar a la segunda fase y que nos sonrojase Francia.

Porque después de España se disputó el Francia-Suecia (28-21). Los galos se mantuvieron firmes desde el primer momento y no le dieron opción a uno de los verdugos de La Roja. Karabatic y cia se perfilan como futuros finalistas. Enfrente pueden tener a Croacia, equipo local y que con Balic no tuvo grandes dificultades para deshacerse de Hungría. España no estará en la lucha por el título, pero esto no le resta ni un ápice de emoción al Mundial.


A. Alvarez Rodrigo

jueves, 22 de enero de 2009

TelePremier

La Selección Española de balonmano dice casi adiós a sus opciones de medalla en el Mundial de Croacia después de hincar la rodilla ante la anfitriona. La derrota de Suecia ha pesado más de lo pensado y ahora sólo queda ganar a Corea del Sur para pasar a la segunda ronda y evitar que el fracaso sea total.

Pero se puede decir que el fracaso ha pasado desapercibido debido a la precaria cobertura que está dando el Ente público al evento que se celebra en los Balcanes. España sólo ha podido ver un partido de su selección de balonmano por La 2, el intranscendente encuentro contra Cuba. El resto se han retransmitido por Teledeporte. Cuando en realidad la TDT o la televisión por satélite no está en todos los hogares.

TVE pasa del balonmano. Lo ha demostrado en esta semana que va de campeonato. Tiene en exclusiva los derechos del Mundial y tan sólo ha retransmitido los cuatro partidos de España y el Polonia-Macedonia. Ni uno más, ni uno menos. Los verdaderos aficionados del balonmano se han tenido que buscar la vida para ver a equipos como Alemania, Francia o Dinamarca.

Mientras el mejor balonmano disputa el cetro mundial en Croacia, Teledeporte se pierde con repeticiones, resúmenes y los mejores goles de la Premier. Cada un cuarto de hora el canal temático público escupe algo del fútbol inglés. Es incomprensible. Se puede entender que el Ente busque remunerar lo que ha invertido en los derechos de la mejor liga de fútbol. Pero lo que no se puede consentir es que se olvide del resto de deportes.

Pero el damnificado no es sólo el balonmano. La ACB ha disputado una jornada entre semana. Pues bien, la televisión pública, que alardea de los derechos, no ha retransmitido ningún encuentro. Lamentable. Luego vendrán las quejas de que el baloncesto no se ve. El problema es lo mal que trata TVE al deporte. Despachan al baloncesto y al balonmano con unas simples palabras al final del tiempo de deportes en los Informativos, después de hablar 10 minutos del Real Madrid y del Barça y, ¡cómo no!, de la Premier .

Además, si maltratados están el baloncesto y el balonmano, ¡qué decir del fútbol sala!. Deportes importantes, deportes que practican muchas personas en este país, que llenan pabellones… pero que no sienten el cariño de la tele, que sólo tiene ojos para una liga extranjera: la Premier League. Apostar por lo de fuera y olvidar lo propio. Simplemente lamentable.

A. Alvarez Rodrigo

lunes, 19 de enero de 2009

El futuro del Zamora está asegurado


Esta imagen de la parte superior es el futuro del club. Ahora que la crisis económica aprieta en la vida diaria y ahoga a los clubes deportivos de las categorías más bajas es tiempo de tirar de la cantera. Sí, a partir de este momento se verán los frutos del trabajo de estos años en los anexos del Ruta de la Plata. De lo bien y lo mal que lo han hecho Luís Alfredo Puente y, ahora, Luís de Mena. Pero sobre todo del trabajo de los entrenadores o monitores-educadores, como le gusta decir a De Mena.

Siempre me negué a aceptar que en Zamora no hubiera ese gen para ser un buen futbolista. Lo que ocurre es que en la provincia se había instalado esa desidia (muy extendida en todos los ámbitos de la sociedad zamorana) entre los jóvenes deportistas a aceptar el rechazo de antemano. Algunos, como Agustín, Manu Arias, Sergio García o Eli, aceptaron la huía a Valladolid y Salamanca hace años. El de Peleagonzalo ha regresado y es un verdadero estandarte del primer equipo. Otros, como Diego Jiménez, han volado hasta Vila-Real. El zamorano es un pilar del Juvenil A del conjunto castellonense y un asiduo a las convocatorias de la selección española sub-17.

Precisamente a la misma generación que Diego pertenece Miguel Santos. Nunca había visto tan volcada a la afición rojiblanca con un canterano (hablo por las fotos del encuentro de ayer contra el Sporting de Gijón B). Es ilusionante. Puede que haya un referente de casa dentro de unos años, y se deje de alabar a portugueses falsos que sólo buscan el dinero. A Santos lo he visto jugar en las categorías inferiores y desprende un desparpajo inusual. Sólo espero que no se le suba a la cabeza, que mantenga la calma, que espere su momento y, sobre todo, siga trabajando.

Lo dijo ayer Pablo Carvajal: “Ahora es nuestro momento”. Es cierto, la escasez de jugadores, las lesiones y las sanciones que acechan cada semana a Tomé es una buena ocasión para que la cantera ponga la cara. Como lo hizo Saúl: debut de titular y arrastrando una tarjeta amarilla desde muy temprano. Pero el de Montamarta (sí, que tendrá este pueblo que ha aportado tantos canteranos últimamente: José Luís, Ballesteros y, ahora, Saúl) se mantuvo sereno y cumplió con corrección.

Pablo, Isra, Santos y Saúl (con José Carlos en el banquillo) fueron los verdaderos protagonistas del partido. Ellos han marcado un punto y aparte en la historia del club. Pero por detrás hay más, muchos más. Como el dúo Zipi y Zape del Juvenil Nacional (Jorge y Aarón), un duro central como Garretas o el propio Gullón que ya entrena con la primera plantilla. Ellos serán el porvenir de la entidad, por lo que el futuro del Zamora C.F. está asegurado, por muchos patrocinadores que huyan.



A. Alvarez Rodrigo

Foto: Hoja de Ruta

sábado, 17 de enero de 2009

Los casos extremos

Este artículo fue publicado en el diario El País el pasado 15 de diciembre de 2007. El paso del tiempo no ha restado ni un ápice de calidad. Toda una delicia, como no, otra vez de Enric González.

Hubo en España una editorial que se planteó eliminar a uno de los tres hermanos Karamazov para que la novela de Dostoievski fuera más breve y, por tanto (ése era el razonamiento), más rentable. ¿Parece una burrada? Lo es. Cualquier tesis económica, llevada a su último extremo, degenera en burrada. Y, sin embargo, estas cosas abundan. Basta invocar la economía, es decir, el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles, para que las ideas más absurdas tengan éxito. No estamos hablando de la política laboral de las empresas, aunque lo parezca. Hablamos del fútbol y de su envilecimiento. Es decir, sí hablamos, en realidad, de la política laboral de las empresas.

Por razones misteriosas, los jefes de personal adoran a los empleados que ocupan espacio. No mueva el culo de la silla durante 12 horas y sus superiores le considerarán un héroe, un Stajanov redivivo. Da igual que no haga nada. Si ocupa su silla y cultiva sus ojeras, tiene un gran porvenir por delante. Le esperan miles y miles de reuniones, inútiles pero remuneradas.

Esto mismo ocurre en el fútbol. Y ésa es la razón de que se extinga, poco a poco, la especie más hermosa, brillante y rara, el extremo, en vías de extinción desde hace años. Es normal, porque el extremo suele ser un tipo difícil (baje al césped y váyase al córner, le sorprenderá la extrañísima perspectiva), propenso a las lesiones, de escaso valor defensivo y, sobre todo, poco útil para ocupar terreno. Desde un punto de vista contable, el extremo siempre saldrá perdiendo ante el centrocampista trotón, ante el llamado carrilero o ante cualquiera que pueda ser clasificado como polivalente. Y hoy, con alguna excepción, parece que sean los contables y los jefes de personal quienes confeccionan las plantillas.

No hace falta haber visto jugar a casos maravillosamente desesperados como Garrincha o Best. Ni siquiera a Gento. Recuerden al mejor Figo o fíjense en lo que pueden hacer, pegados a la banda, tipos como Cristiano Ronaldo o Robben. Eso, si hablamos de lujo y terrenos amplios. El extremo alcanza el máximo nivel cuando se mueve en una relativa modestia, cuando juega en un campo pequeño y debe bailar sobre una estrecha línea de cal saltando sobre la guadaña del defensa. Recuerdo, por ejemplo, a López Ufarte en Atocha o a Chechu Rojo en San Mamés. O, puestos a forzar, a un galeote flaco llamado García Soriano en La Condomina.

Ciertos entrenadores se excusan alegando que apenas existen extremos en el mercado. Evidentemente, son difíciles de fabricar. Aquello de "se mueve lento, pero piensa rápido", tan manido en el centrocampismo, no vale para un extremo, que tiene que pensar y moverse con igual rapidez. Los extremos son especialmente difíciles de fabricar cuando los equipos infantiles renuncian a ellos en nombre de la productividad: si se puede llevar a la categoría profesional a dos trotones y un central cada año, ¿por qué empeñarse en sacar un extremo decente cada cinco?

Cruyff siempre colocaba a un jugador en cada extremo, aunque no lo fuera. Guardiola también lo hace. Por desgracia, les vale casi cualquiera en esa posición. Y el tal cualquiera, por más genio que sea, por mucho que se llame Messi, Iniesta o Henry, acaba yéndose al centro, incapaz de soportar la dureza y la melancolía del puesto. El medio centro está lejos de todo, pero tiene alrededor a sus compañeros. El extremo está aún más lejos de todo, incluyendo a sus compañeros, y sólo tiene tratos con un defensa empeñado en sacarle del campo a tarascadas.

jueves, 15 de enero de 2009

La Segunda B necesita un cambio

La crisis económica ha explotado también en el fútbol español. Los fichajes millonarios de finales de los noventa han desaparecido de la Primera División. Ahora, clubes como el Deportivo, Racing de Satander o Málaga, pese a estar en la máxima categoría, carecen de un patrocinador oficial que respalde sus presupuestos. Algunas entidades han puesto topes salariales a sus jugadores para evitar despilfarros, como es el caso del Real Valladolid.

Pero la situación se agrava si bajamos dos categorías. En el desconocido y oscuro mundo de la Segunda División B el panorama es aún más desolador. El año pasado fueron notorios las situaciones del Algeciras y del C.D. Logroñes. Sus futbolistas estuvieron meses sin cobrar. Como los del Levante. Sin embargo, los deportistas del equipo valenciano tenían más relevancia pública y sus casos fueron más conocidos, aunque no por ello más graves. En la categoría de bronce del fútbol español los salarios son más reducidos. Los jugadores cobran como un trabajador de a pie y la falta de una nómina se nota mucho en la hipoteca.

A lo largo de esta campaña los problemas económicos de las entidades de Segunda B se han incrementado. El Granada, el Águilas, el Marbella, el Lanzarote, el Fuerteventura o el Ciudad Lorquí deben varios meses de sueldo a sus trabajadores, que aún así saltan al césped cada semana. Ellos no pueden hacer huelga, porque si un equipo no juega dos encuentros, desciende de categoría y la situación se agravaría. Es el caso del Portuense, donde varios componentes de la plantilla han pensado en realizar un plante.

Otro caso muy exponencial es el del Terrassa. Su frágil economía no le ha permitido aprobar el plan de viabilidad con lo que se ha disuelto la S.A.D. y el futuro de la entidad, que no hace mucho estuvo en Segunda División, está en peligro. En Eivissa, donde hace unos meses recaló Javi Moreno para más tarde irse por los problemas económicos, han decidido reducir los salarios de los jugadores. Igual medida ha tomado el Vecindario. En Zamora, por su parte, la retirada de varios de sus patrocinadores ha obligado a la junta directiva a desprenderse del director deportivo y de dos jugadores, aunque la plantilla sigue cobrando puntualmente.

El panorama de estos clubes debería hacer reflexionar a la Federación Española de Fútbol para reestructurar la Segunda B. Cuatro grupos de 20 equipos se antoja muy complicado de sostener. Una de las soluciones sería pasar de 80 a 40 clubes. Reducirla a la mitad para así hacerla más competitiva, equilibrada y saneada. Algo similar se hizo esta campaña en la División de Plata de fútbol sala, donde los tres grupos de 15 equipos han pasado a dos de 11. Algunas entidades viven por encima de sus posibilidades y al final lo pagan los futbolistas que acaban engañados y sin cobrar.


A. Alvarez Rodrigo