El objetivo

El equipo ganador es el que se levanta el primero después de una derrota

viernes, 24 de julio de 2009

Los problemas de Guardiola

Da la impresión que Pep Guardiola lleva entrenando varios años al Barcelona. Y resulta que sólo ha pasado uno. Pero sus grandes éxitos en ese corto periodo de tiempo es fruto de una sabiduría y madurez en un entrenador que ha volcado al banquillo todos sus apuntes recabados en la época de jugador.

El martes, el entrenador blaugrana explicaba, o medio explicaba, los motivos por los que no quiere a Eto´o en su plantilla. Dijo que era cuestión de ‘feeling’. Vamos, que el delantero camerunés es un guerrero loco e individualista, y Guardiola solamente quiere a honrados trabajadores que acaten sus órdenes sin rechistar. Ha tragado con él un año, pero no quiere tragar otro.

Entre sus argumentaciones, Guardiola comentó que su “experiencia como jugador” le decía que después de un año de éxitos hay que cambiar jugadores de la plantilla. Parece una locura que un conjunto de jugadores que ha ganado todo lo que podían ganar no se hayan ganado la continuidad. Pero Pep es sabio. Sabe que si sigue con los mismos otro año surgirán envidias, algunos jugadores caerán en la relajación y autocomplacencia, y otros se verán envueltos en la desidia de no saber cómo evolucionar y en la frustración de que siempre juegan los mismos.

Fue el error mortal de Rijkaard, y Guardiola no quiere cavar ese mismo hoyo. De ahí que pida fichajes, aunque Laporta se muestre “tritranquilo ante el modelo imperialista de Florentino”. Bonita palabra por cierto, aunque su creación y pronunciación demuestran todo lo contrario. A ver cómo la tritranquilidad del presidente culé soluciona el problema de Eto´o, que a fin de cuentas, es el problema del entrenador que le ha llevado a estar “tricontento”. Pep es sabio, pero va a tener que lidiar con la prepotencia de Laporta. Eso es peor que tener a Eto´o cien años más.

A. Alvarez Rodrigo

miércoles, 15 de julio de 2009

El regreso del Mosquito


El domingo por la tarde, en Marbella, Juan Carlos Ferrero dio a España el pase a semifinales de la Copa Davis de tenis al conseguir el quinto y definitivo punto en la eliminatoria ante Alemania. Ferrero, desaparecido durante largo tiempo, regresa así a la primera plana del tenis mundial, de donde salió sin explicación, y adonde ha vuelto sin ella, también. Con casi una treintena de años, el Mosquito ha recuperado su mejor nivel. Combatiente, duro, tenaz y sencillo, con un gran juego en tierra batida, el valenciano ha resurgido cuando nadie lo esperaba.

En el 2003 ganó Roland Garros, el único Gran Slam que posee. Ese mismo año llegó a la final del US Open y poseyó durante un tiempo el número uno de la ATP. Entonces pocos conocían a Rafael Nadal, y Ferrero era la referencia y esperanza del tenis español. Pero en 2004 una serie de lesiones le apartaron de la élite. Su fuerza de voluntad y su confianza en sí mismo le han permitido volver cinco años después.

Su gran juego en Wimbledon y la lesión de Ferrer obligaron a Albert Costa, capitán español, a tirar del Mosquito. No entró en los primeros planes, pero el destino le tenía guardada una redención. Justo en un torneo que le ha dado mucho, ya que suyo fue el punto del triunfo, ante Australia, de la primera Copa Davis que conquistó España en el 2000. Ferrero, el Mosquito, ha puesto fin al vejamen sobre su figura deportiva.


A. Alvarez Rodrigo

miércoles, 1 de julio de 2009

Rubio, Timberwolves y Juventud


Ricky Rubio ya tiene destino en la NBA. No es el que deseaba ni imaginaba. ¡Ni por asomo! La fría, lúgubre y norteña ciudad de Minneapolis, donde los Timberwolves tienen instalada su franquicia. El gozo del esbelto base español de entrar en el Draft se derrumbó al conocer a quien le correspondía la quinta plaza del sorteo. Tanto Rubio como sus allegados, incluso los especialistas, pronosticaban un tercer puesto. Se habló de Sacramento, Nueva York o Uklahoma. Pero nunca Minnesota. ¡Da gusto como nos conocemos ahora las ciudades y estados de EEUU!

Los Timberwolves no parecen, en principio, un lugar apropiado para el talentoso y pueril Rubio. Poseen un equipo débil, perdedor a corto y medio plazo, pero con aspiraciones de luchar por el anillo en el futuro. Precisamente futuro es lo que le sobra al español. Con 19 años presupone una carrera aún por empezar. De modo que da igual si la franquicia es de las peores. Seguro que él la hará un poco mejor (sino mucho). Además, ir a un conjunto en ciernes le asegurará jugar muchos minutos, coger experiencia, no caer en la desgracias de Sergio Rodríguez: en un equipo grande, pero sin jugar nada, derrumbado, y casi sin salida.

El mayor problema que ha de asumir Rubio es finalizar su pelea con el Juventud. Me resulta extraño que ambos acordaran esa cláusula tan alta sabiendo que más pronto que tarde el de El Masnou estaría en el Draft. También creo que el conjunto de Badalona se está comportando con demasiado testarudez: Rubio les ha sido fiel y les ha dado todo; ahora, ellos deberían de entender la postura del jugador de la ÑBA y facilitar su salida, como en su momento hizo el Barça con Pau Gasol.


A. Alvarez Rodrigo

Foto:As