Hace unas semanas, Canal + emitió un original reportaje sobre un personaje siempre presente en un partido de fútbol pero demasiado desconocido: el árbitro. Los actores principales del evento eran Mikel Pérez Lasa y sus ayudantes. El marco: dos partidos de Primera División. Uno, en un escenario muy hostil para un colegiado: Sevilla C.F. vs Villarreal C.F. El otro, un derbi con mucha tensión: F.C. Barcelona vs R.C.D. Espanyol.
La figura del colegiado está muy maltratada dentro del deporte. Ya sea fútbol, baloncesto, balonmano, fútbol sala... La corrupción de los árbitros en el deporte es un hecho. Ahí están los casos demostrados y llevados a juicio de partidos amañados, como el caso del árbitro alemán Robert Hoyzer, o los continuos escándalos en el balonmano (la final de la Copa de Europa entre el Porland y el Kiel o la de la Recopa entre el Valladolid y el Chekhov).
Sin embargo, la figura de Pérez Lasa oxigena un poco la imagen del trencilla. En el reportaje el juez vasco reconoce que al principio era más estricto, que no se dejaba ni mirar por los jugadores. Afirma que su evolución de la intransigencia a la mesura y el diálogo con los jugadores le ha beneficiado dentro del campo. También podemos ver cómo prepara el partido. Nunca pensé que los árbitros estudiaran las características de los equipos, de los jugadores y el contexto del partido. Pensaba, simplemente, que se presentaban, pitaban y se iban.
La tensión, los diálogos por el pinganillo, las reprimendas a sus ayudantes en el descanso del encuentro, las insistentes protestas de jugadores como Puyol, la presión de un campo entero insultándote, de sobrevivir ante diez jugadores que te rodean pidiendo amarillas para los rivales… son situaciones que se viven desde la carne del que siempre es el punto de mira, desde la carne del verdugo.
Al final el reportaje se queda corto. Me hubiera gustado que Pérez Lasa hablase más sobre el fútbol. Qué opinión tienen sobre el juez de meta, sobre el chip electrónico en el balón, sobre la presencia de un segundo árbitro en el campo. O qué piensan cuando la prensa les critica, qué hacen cuando les paran por la calle para recordarles que no pitaron un claro penalti o cómo ve su familia los encuentros que arbitran. No obstante, se trata de un documento recomendable y que debería de ser difundido para todos. A ver si de este modo nos concienciamos un poco más de la dificultad de ser árbitro.
A continuación os dejo insertada la primera parte del documental subida a YouTube y a través de la cual podéis llegar a las siguientes:
A. Alvarez Rodrigo
Foto:Diario Sport
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