El objetivo de ambos era no encajar. Y para no encajar no hay que fallar. El gol de Liverpool vino precedido de dos errores rivales. Primero, la innecesaria falta de Heinze; segundo, el desastroso marcaje de Higuaín. El equipo inglés no tuvo ningún error. De modo que ganó el que menos falló. El Madrid no puede rechistar porque ni siquiera tuvo ocasiones como para lamentarse, salvo un envenenado disparo de Robben.
El Madrid sigue sin encontrar su sitio en Europa. Si dentro de 15 días no levanta la eliminatoria en Anfield será el quinto año que el club blanco caiga en octavos de final. Demasiado poco para una entidad que tiene un gran prestigio en el Viejo Continente. El club se ha gastado más de 40 millones de euros en el mercado invernal enfocados a esta eliminatoria. Si no la pasa, habría que cortar cabezas (aunque algunas engominadas ya deberías haber caído, aunque hubiese sido sólo por vergüenza).
Pero bien mirado, el Real no da para más. Bastante está haciendo con darle un poco de emoción a la Liga, que apuntaba a ser un monólogo del Barça. Por delante quedan 90 minutos para evitar un nuevo fracaso. Ese es el consuelo que le queda a los madridistas.
A. Alvarez Rodrigo
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