El objetivo

El equipo ganador es el que se levanta el primero después de una derrota

miércoles, 18 de junio de 2008

Orgulloso del Zamora C.F.

Cuando me preguntan de qué equipo soy, respondo con inmediatez y casi como acto reflejo que del Zamora C.F. Muchos me miran extrañados, y otros me dicen que deje de vacilar. Algunos me insisten y, de nuevo, inquieren cuál es mi equipo preferido. Por segunda vez respondo que el Zamora C.F.

Es difícil ser de un club modesto cuya mayor alegría ha sido un acenso a Segunda División B. Pero, ante la falta de grandes triunfos, quienes sentimos los colores desde lo más hondo del corazón, nos hemos emocionado, cual triunfo en Copa de Europa, con pequeñas batallas. El gol de Aiert: en Sevilla, el de Curiel al Castellón, la tanda de penaltis ante la Real... y, por supuesto, la eliminatoria ante el F.C. Barcelona.

Escribo esta carta antes del partido de vuelta de Vallecas. No quiero que el resultado, sea positivo o no tan positivo, influya en mi forma de ver las cosas, ahora que la ilusión por jugar la próxima temporada en Segunda División está aún intacta. Me viene a la memoria el partido del Cádiz. El gol de Simón en la Tacita de Plata fue el inicio de un camino que seguro tarde o temprano concluirá con éxito. Miro con nostalgia a Castalia. Allí lo tuvimos muy cerca. O los agrios partidos contra el Algeciras.

Lo mal que lo pasamos en el Helmántico para mantener la categoría me hace recordar cual es el sitio del Zamora CF. Hace dos años sufrimos mucho. La Tercera acechaba como un tigre detrás de un arbusto, listo para matar. Poder jugar un play off de ascenso a Segunda División A es un premio magnífico para un club pobre pero honrado. Esa es nuestra mayor virtud y de la que nos tenemos que sentir orgullosos.

El equipo de esta temporada ha vivido por encima de sus posibilidades. Lesiones, problemas internos, plantilla muy corta... Sin embargo, los jugadores lo han dado todo, se han convertido en unos verdaderos guerreros. Gran culpa de todo ello la tiene Tomé. Su carácter distante y frío es propio de una persona que ha sufrido muchos palos en el fútbol. Pero su compromiso es ejemplar, digno de alabanza. Desconozco si Tomé seguirá en el equipo. Eso sólo lo saben Casas y él. Pero tengo claro que si el Zamora sube alguna vez, gran culpa del ascenso la tendrá el entrenador leonés. El nos enseñó el camino.

Respecto a los jugadores, como cualquier aficionado con su equipo, discrepo de algunos e hinco la rodilla ante otros. Pero a todos, a todos y cada uno de los futbolistas que han participado de una manera o de otra a escribir otro bello párrafo en la historia de mi equipo del alma, les quiero dar las gracias. Gracias por hacerme soñar, sufrir, morderme las uñas, gritar, aplaudir, llorar. De verdad, es un honor pertenecer a un sentimiento de un equipo humilde, donde cualquier alegría vale mil veces más que una del Real Madrid o del Barça.



A. Alvarez Rodrigo


Foto: El Norte de Castilla

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