El objetivo

El equipo ganador es el que se levanta el primero después de una derrota

lunes, 2 de junio de 2008

Los sueños se hacen realidad

Dos partidos. 180 minutos. Esa es la distancia que separa al Zamora C.F. de su techo. La última eliminatoria de la fase de ascenso a la división de plata será contra el Rayo Vallecano. El club de María Teresa Rivero, otro club que tiene presidenta. El equipo madrileño, primero del Grupo I, eliminó al Benidorm, tal y como pronosticaba el guión.

Pero lo que no se esperaba era lo del Zamora. Con la necesidad de marcar, como mínimo, los rojiblancos se presentaron en Linarejos con multitud de problemas en forma de lesiones. Sin embargo, Iker demostró que Castillo era un auténtico chollo, y a la primera, el premio. Vendetta personal por lo de Algeciras. El 0-1 dio confianza a los zamoranos. O por lo menos eso pareció, porque "ver" un partido por la radio es un auténtico sufimiento. El gol de Senel, como hace tres años Aiert en Sevilla, llegó a falta de cuatro minutos para el final. El Zamora se mete de nuevo en una final. La verdadera final.

Espera el Rayo, que tiene la vitola de favorito. Más dinero, más famoso, más historia... pero ¿más coraje? Esa es la clave. Tomé ha repetido desde el principio que este equipo tendrá opciones en el momento que sus hombres den el 110%. No pueden escatimar, porque no tienen una gran calidad. No son superdotados. Son simples alumnos de clase media, que están luchando por una matrícula de honor.

Para el Zamora es el cuarto intento, y la proyección ha ido de menos a más. De aquella primera fase con Tomé a la actual el Zamora ha ido recabando experiencia, y mazazos. A buen seguro que se habrá tomado nota de Castellón. Linares también ha sido una buena asignatura: la de sufrir, aferrarse al destino. El Zamora C.F. se asemeja un poco a Grecia, que hace cuatro años ganó la Eurocopa. Desconocida, cenicienta, pobre, sin jugadores de renombre, pero escuadra trabajadora. Y, por qué negarlo, con un poco de suerte.

El Rayo jugará su tercera fase. Antes, Real Unión de Irún, en el 2005, y el Eibar, el año pasado, le robaron el regreso. En aquellas eliminatorias jugaron siempre el segundo partido fuera de casa, pero ahora todo se decidirá en Vallecas, barrio de Madrid. La ciudad de Madrid siempre ha traído buenos recuerdos. Los dos últimos ascensos del Zamora fueron en la capital. Santa Ana y Coslada son parte de la historia del club. Incluso, el mismo Rayo fue uno de los que empejuron al Zamora en sus inicios. Carlos Pinilla puso en contacto a los ilusionados fundadores del club con los vallecanos, que aportaron su granito de arena. Zamora siempre escribe su más bellas páginas en Madrid.

El primer envite, el domingo en el Ruta de la Plata. Sólo espero que no haya quejas por parte de la afición por el precio de las entradas, por la distribución de las que dé le Rayo para la vuelta. La directiva ha acertado de pleno al subir el precio de los no abonados. Si no apoyan al equipo durante el año, que saquen la billetera. Si el Ruta no se llena, la culpa no la tendrá Casas, sino los zamoranos oportunistas que no van nunca y se suben al carro siempre que hay una fiesta. Ahora es tiempor de saborear la gloria, la esperanza y de esperar que los sueños se hagan realidad.

A. Alvarez Rodrigo

Foto: La Opinión de Zamora

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