Los genios siempre serán genios

A lo largo de la historia se han producido muchas guerras pero en aquellas en las que los ejércitos pequeños ganaban las primeras batallas metían el miedo en los grandes haciéndoles a la larga a perder la guerra.

De forma similar comenzaba el máster de Shanghái, el torneo de los maestros, con la derrota del iluminado por los dioses del tenis, el rey de la raqueta Roger Federer ante Fernando González que hacían presagiar una caída estrepitosa de su excelencia y más tras la derrota de Rafael Nadal ante Ferrer.

Sin embargo, Federer fiel a su estilo de juego perfeccionista y elegante, mantuvo su cabeza fría y dejó los miedos en casa para deshacerse sin problemas y ridiculizando el juego del polémico Davydenko y del cañonero Roddick plantándose en las semifinales del torneo ante su bestia negra, nadalek.

La semifinal del sábado por la mañana congregó a muchos espectadores frente a sus televisores para ver uno de los partidos históricos del tenis un Federer-Nadal. Todo empezó según el guión previsto, con un intercambio de golpes que simulaba una pelea al más puro estilo Tyson - Holyfield, hay entró en juego la habilidad del suizo para asestar un golpe mortal al mallorquín. Cuando este sacaba para el 4 iguales el suizo barrió al manacorí y lo borró del partido en un segundo set en el que los nadalistas mordimos el polvo ante la habilidad y destreza de Don Roger.

Así, Federer se plantó en la final con su traje de guerra intacto ante la gran sorpresa del torneo, el ciclón Ferrer, pero ni este enorme jugador que estaba en el mejor momento de su carrera pudo desbancar al numero uno del mundo que sin despeinarse se llevó el torneo cerrando una temporada magnifica.

Aun habiendo cerrado un gran año, a Federer le queda la espina clavada de no conquistar la tierra batida en la que Nadal es el auténtico rey . Con su victoria y su gran temporada, Federer ha puesto fin al cuento tenístico del año con la moraleja de que la maña vale más que la fuerza y que los genios siempre serán genios.

Benito Fernández