El objetivo

El equipo ganador es el que se levanta el primero después de una derrota

martes, 13 de noviembre de 2007

La fragilidad de la memoria

En el fútbol la memoria es muy frágil. Los medios de comunicación, la ampliación de la información deportiva, el aumento de canales, la presión mediática, el dinero… han provocado que todo se mueva muy rápido, que sólo importe ganar. El “jogo bonito”, el “tiki-taka” quedan a un lado. Lo que se busca es el “resultadismo”, estar lo más arriba posible. Y si luego se juega bien… pues mejor.

Eso le está pasando a Frank Rijkaard, el entrenador que sacó del abismo al F.C. Barcelona, que le llevó a ganar su segunda Copa de Europa y que hizo, y hace, del club blaugrana uno de los que mejor fútbol practican en el Viejo Continente. El Barça tardó 94 años en ganar su primera Champions y el técnico holandés en tres ganó otra, secundada de dos años de dictadura casera.

Rijkaard implantó un sistema (el 1-4-3-3) que ha servido de inspiración a muchos equipos, entre ellos a la Selección Española en el Mundial de Alemania. Sin embargo, la memoria es frágil y ahora algunos culés piden su cabeza, ¡con rizos incluidos! El problema es que el equipo no gana fuera de casa. ¿Tan grave es? ¿Está el Barça ha veinte puntos del líder? Lo que pasa es que los rivales también saben jugar y que las lesiones influyen.

Edmilson, Márquez, Puyol, Eto´o, Zambrotta, Deco… son algunos de las bajas que ha tenido o tiene el equipo. Pero lo que importa es ganar. Y si no es así, la culpa del entrenador. Quizás Rijkaard pecó de inocente al decir, tras perder en Getafe, que la culpa era suya. La mayoría de entrenadores, hipócritas por naturaleza, no lo hubieran hecho, porque es encenderse su propia hoguera. ¿A caso lo hizo Capello alguna vez en su vida? ¿Y Luís Aragonés?

Los entendidos (o que por lo menos dicen que los son) hablan de que si el Real Madrid gana en el Camp Nou, el holandés dejará la Ciudad Condal. El equipo sólo ha perdido dos partidos. Se le culpa de la mala gestión de la plantilla. Lo acusó Laporta, su presidente. ¿Cómo la gestionaría él? ¿Solicitó Rijkaard el fichaje de Henry? ¿Tiene la culpa de que Eto´o esté lesionado? ¿O de que Ronaldinho sea el niño mimado de la directiva y haga lo que le de la gana?

Quizás la Junta Directiva que quiere destituirlo debería mirarse antes el ombligo y ver la mala gestión de fichajes que han realizado. ¿Fue rentable el fichaje de Gudjohnsen? ¿Y el de Maxi López? Pues si lo que quieren los culés es ganar, que fichen a Capello… y a Luciano Moggi. Si buscan buen fútbol, que dejen a Frank en paz.

A. Alvarez Rodrigo

1 comentario:

Anónimo dijo...

excelente articulo antoñito as echo una gran reflexion sobre el trato de rikjaard en el barsa