A parte de Rakocevic, el encuentro ha sido un canto al baloncesto. Un encuentro de los que hace afición. Seguramente la audiencia no será multitudinaria. Pero los pocos que hemos podido disfrutar de este partidazo vamos a necesitar muchos más para olvidarlo. No será fácil. Desde luego que la afición del Baskonia tiene bien pagado su abono, sobre todo por ver a un jugadorazo como el balcánico.
Del otro lado de la tortilla estaba España de balonmano. A principio de la tarde, los de Valero emprendieron su penitencia ante Australia. El resultado lo dice todo: 10-42. Es el castigo a los errores cometidos. Pero, visto lo visto, quizás es mejor haber fracasado ante Corea y agachar la cabeza, que pasar a la segunda fase y que nos sonrojase Francia.
Porque después de España se disputó el Francia-Suecia (28-21). Los galos se mantuvieron firmes desde el primer momento y no le dieron opción a uno de los verdugos de La Roja. Karabatic y cia se perfilan como futuros finalistas. Enfrente pueden tener a Croacia, equipo local y que con Balic no tuvo grandes dificultades para deshacerse de Hungría. España no estará en la lucha por el título, pero esto no le resta ni un ápice de emoción al Mundial.
A. Alvarez Rodrigo
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