Esta imagen de la parte superior es el futuro del club. Ahora que la crisis económica aprieta en la vida diaria y ahoga a los clubes deportivos de las categorías más bajas es tiempo de tirar de la cantera. Sí, a partir de este momento se verán los frutos del trabajo de estos años en los anexos del Ruta de la Plata. De lo bien y lo mal que lo han hecho Luís Alfredo Puente y, ahora, Luís de Mena. Pero sobre todo del trabajo de los entrenadores o monitores-educadores, como le gusta decir a De Mena.
Siempre me negué a aceptar que en Zamora no hubiera ese gen para ser un buen futbolista. Lo que ocurre es que en la provincia se había instalado esa desidia (muy extendida en todos los ámbitos de la sociedad zamorana) entre los jóvenes deportistas a aceptar el rechazo de antemano. Algunos, como Agustín, Manu Arias, Sergio García o Eli, aceptaron la huía a Valladolid y Salamanca hace años. El de Peleagonzalo ha regresado y es un verdadero estandarte del primer equipo. Otros, como Diego Jiménez, han volado hasta Vila-Real. El zamorano es un pilar del Juvenil A del conjunto castellonense y un asiduo a las convocatorias de la selección española sub-17.
Precisamente a la misma generación que Diego pertenece Miguel Santos. Nunca había visto tan volcada a la afición rojiblanca con un canterano (hablo por las fotos del encuentro de ayer contra el Sporting de Gijón B). Es ilusionante. Puede que haya un referente de casa dentro de unos años, y se deje de alabar a portugueses falsos que sólo buscan el dinero. A Santos lo he visto jugar en las categorías inferiores y desprende un desparpajo inusual. Sólo espero que no se le suba a la cabeza, que mantenga la calma, que espere su momento y, sobre todo, siga trabajando.
Lo dijo ayer Pablo Carvajal: “Ahora es nuestro momento”. Es cierto, la escasez de jugadores, las lesiones y las sanciones que acechan cada semana a Tomé es una buena ocasión para que la cantera ponga la cara. Como lo hizo Saúl: debut de titular y arrastrando una tarjeta amarilla desde muy temprano. Pero el de Montamarta (sí, que tendrá este pueblo que ha aportado tantos canteranos últimamente: José Luís, Ballesteros y, ahora, Saúl) se mantuvo sereno y cumplió con corrección.
Pablo, Isra, Santos y Saúl (con José Carlos en el banquillo) fueron los verdaderos protagonistas del partido. Ellos han marcado un punto y aparte en la historia del club. Pero por detrás hay más, muchos más. Como el dúo Zipi y Zape del Juvenil Nacional (Jorge y Aarón), un duro central como Garretas o el propio Gullón que ya entrena con la primera plantilla. Ellos serán el porvenir de la entidad, por lo que el futuro del Zamora C.F. está asegurado, por muchos patrocinadores que huyan.
Foto: Hoja de Ruta
Siempre me negué a aceptar que en Zamora no hubiera ese gen para ser un buen futbolista. Lo que ocurre es que en la provincia se había instalado esa desidia (muy extendida en todos los ámbitos de la sociedad zamorana) entre los jóvenes deportistas a aceptar el rechazo de antemano. Algunos, como Agustín, Manu Arias, Sergio García o Eli, aceptaron la huía a Valladolid y Salamanca hace años. El de Peleagonzalo ha regresado y es un verdadero estandarte del primer equipo. Otros, como Diego Jiménez, han volado hasta Vila-Real. El zamorano es un pilar del Juvenil A del conjunto castellonense y un asiduo a las convocatorias de la selección española sub-17.
Precisamente a la misma generación que Diego pertenece Miguel Santos. Nunca había visto tan volcada a la afición rojiblanca con un canterano (hablo por las fotos del encuentro de ayer contra el Sporting de Gijón B). Es ilusionante. Puede que haya un referente de casa dentro de unos años, y se deje de alabar a portugueses falsos que sólo buscan el dinero. A Santos lo he visto jugar en las categorías inferiores y desprende un desparpajo inusual. Sólo espero que no se le suba a la cabeza, que mantenga la calma, que espere su momento y, sobre todo, siga trabajando.
Lo dijo ayer Pablo Carvajal: “Ahora es nuestro momento”. Es cierto, la escasez de jugadores, las lesiones y las sanciones que acechan cada semana a Tomé es una buena ocasión para que la cantera ponga la cara. Como lo hizo Saúl: debut de titular y arrastrando una tarjeta amarilla desde muy temprano. Pero el de Montamarta (sí, que tendrá este pueblo que ha aportado tantos canteranos últimamente: José Luís, Ballesteros y, ahora, Saúl) se mantuvo sereno y cumplió con corrección.
Pablo, Isra, Santos y Saúl (con José Carlos en el banquillo) fueron los verdaderos protagonistas del partido. Ellos han marcado un punto y aparte en la historia del club. Pero por detrás hay más, muchos más. Como el dúo Zipi y Zape del Juvenil Nacional (Jorge y Aarón), un duro central como Garretas o el propio Gullón que ya entrena con la primera plantilla. Ellos serán el porvenir de la entidad, por lo que el futuro del Zamora C.F. está asegurado, por muchos patrocinadores que huyan.
A. Alvarez Rodrigo
Foto: Hoja de Ruta
No hay comentarios:
Publicar un comentario