Pero es que Villar no merece estar en ese puesto, que requiere muchas mayores luces de las que parece tener. Y, sino, ¿por qué acude a la Audiencia Nacional para pedir el aplazamiento de las elecciones de la RFEF hasta finales de año, si después ha “pasado” del auto del juez? Total, va a convocar los comicios en noviembre, a pesar de que el Consejo Superior de Deportes y la Audiencia Nacional le han instado a que lo haga antes de abril, al igual que todas aquellas federaciones no clasificadas para Pekín. Es decir, no es que Lissavetzky le tenga manía (que a lo mejor sí), sino que es una orden ministerial que deben de cumplir todos los deportes que no han conseguido llegar a los Juegos Olímpicos.
Ante todo ello, Villar reacciona como un verdadero mafioso. Le ha pedido ayuda a su jefe Joseph Blatter para que lance una amenaza calabresa al Gobierno español. ¡O las elecciones en noviembre, o no hay Eurocopa! Pero ahí no acaba el asunto. No, no. Por si las moscas, y si fallase el sistema caciquista que le sustenta, el pasado lunes, la Asamblea de Villar, digo, de la RFEF, aprobó un reglamento que impedirá a Mateo Alemany, portavoz de la oposición, presentarse como candidato. Ahora, después de revisar todo esto, uno ya encuentra la respuesta a la pregunta.
A. Alvarez Rodrigo
Foto: UEFA
No hay comentarios:
Publicar un comentario