Parece una utopía, pero algún día tendrá que ocurrir. El número 1 de la ATP no puede pertenecer hasta la eternidad a Roger Federer. Su dominio, su dictadura dura casi cuatro largos años. Es decir, una legislatura olímpica. Desde el 2004 cuando el suizo izó su bandera en los mares y océanos como único pirata con poder para saquear cualquier torneo sin problemas, nadie había estado tan cerca de hundir su galeón. Ahora Rafael Nadal, forzudo velero de la Armada Española, lo tiene a tiro.
El español lleva al acecho desde 2005, y no le ha quitado el ojo. Pero resulta una empresa casi imposible meterle mano a un elegante y poderoso tenista que ha jugado las 10 últimas finales de Gran Slam, de las que sólo ha salido con los pies en polvorosa en dos, ambas, en París, ante Nadal. Es el único océano que se le ha resistido a Federer, brillante deportista que puede tener en la tierra de Roland Garros una obsesión y un lunar en su histórico palmarés.
A pesar de la tiranía, el 2008 arranca con esperanzas para los que queremos ver a Nadal como “number one”, aunque nos caiga bien Federer, por su elegancia, superioridad, saber ganar (perder, no sabemos si sabe perder, porque no ocurre nunca), y por su clase. Si es necesario, que a cambio del liderazgo del mallorquín, el suizo se lleve el Roland Garros y obtenga su botín más preciado.
El Maestro llega a Australia con problemas de salud y sin haber debutado. Sin duda, una buena noticia. No obstante, Nadal no está rodado, como se vio tras la derrota sufrida ante Youzhny el fin de semana pasado. Para alzarse a la cima de la ATP, Rafa necesita ganar el Open de Australia, y que Federer no pase de cuartos (como España). Aunque parece imposible (“impossible is nothing”, dice el anuncio), pues el suizo ha ganado tres de los últimas cuatro finales en Melbourne.
Además, Don Roger tiene que estar especialmente motivado esta temporada. Una vez más se le abre la posibilidad de conseguir los cuatro grandes, más los Juegos Olímpicos, espina clavada, después de no pasar de 2ª ronda en Atenas. Pero, al menos, ya suena su final, y Nadal lo tiene al alcance de la mano. Entonces, un español volvería a reinar en la ATP, como ya hiciera Carlos Moya, en 1999, y Juan Carlos Ferrero, cuatro años más tarde.
A. Alvarez Rodrigo
2 comentarios:
Estoy contigo, imposible no es nada, pero sigo pensando que hoy en día no hay rival que le plante cara a la potencia y seguridad de Federer.
Espero que se recupere pronto y siga arrollando a sus rivales con la frialdad con la que hace.
Me ha gustado tu artículo, crack;)
es fácil hablar a toro pasado, quizá por eso he esperado hasta ahora para contestar. dices que no hay rival que le plante cara, eso sería antes, desde hace unos años ya lo ha demostrado tu amigo Nadal, y desde el pasado ha surgido la figura de Dkojovic.
el serbio lo ha aplastado en semis, y está ante su gran oportunidad de confirmar que el tercero de la ATP también cuenta. Dices que Federer gana con seguridad, potencia y arrolla con frialdad, como si de un sicario se tratase. sin embargo, hasta lo mejores depredadores pasan sus malas épocas.
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