Queda medio año para la Eurocopa de Austria y Suiza, pero una cosa es segura: Raúl, diez años después de su estreno en el Mundial del 98, no irá a la gran cita futbolística de la temporada. Son muchas las razones por las que el 7 tendrá más vacaciones el verano que viene, pero la principal es bien simple: Luís Aragonés no lo puede ni ver, lo tiene como un enemigo, como el presidente al opositor, como Schuster a los periodistas…El enfrentamiento entre entrenador y delantero fue visible en el pasado Mundial de Alemania. Hay quien asegura que todo se deriva de un retraso en la hora de regreso que tuvieron varios jugadores en una concentración tras una noche libre. Sea lo que fuere, el de Hortaleza ha construido un equipo sin el madridista, y llegará con sus hombres hasta el final.
Aragonés entiende que introducir a Raúl en la convocatoria final sería traicionar a sus muchachos, los que le han sacado las castañas cuando el fuego más fuerza tenía. Además, llevar al madrileño a Centroeuropa le revolvería el estómago. El seleccionador tiene ya cerca de 70 años, y la edad le ha hecho un poco más testarudo, si cabe. De todas formas, debe de ser un gen que llevan incrustados los seleccionadores. Raymond Doménech, Jürgen Klissmann, Felipe Scolari (en su etapa en Brasil)…Todos fueron muy discutidos por su afición por unos u otros motivos. Y sin embargo, el que menos ha llegado a una semifinal de un campeonato mundial.
Por ello, si de verdad Aragonés cree en su grupo de “petites suisses” y en sí mismo, tendrá una dura prueba, con o sin Raúl. La Euro va a ser su última oportunidad y la primera de una estirpe de jugadores que marcarán una época en la historia de España. Llegar a cuartos es una obligación; pasar a semis, un deber. El que les escribe siempre creyó en la valía del 7, y más aún ahora que ha vuelto por sus fueros goleadores. No obstante, el amor por La Roja me lleva a afirmar: Bojan antes que Raúl. Mirar al futuro antes que al pasado.
A. Alvarez Rodrigo
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