Lideran la ACB, visten de verde, y son conocidos como la Penya. El DKV Juventud está dispuesto a ganarlo todo este año, y no se va a detener ante nadie. Apoyados en su gran dúo Ricky-Rudy, los de Aíto comandan en solitario la liga española y son los máximos aspirantes a suceder al Real Madrid en la ULEB Cup. El club que preside Jordi Villacampa ha logrado conjuntar a un buen equipo, pero con la sabiduría de mantener como columna vertebral a la cantera.
Hace unos años fue un tal Rudy Fernández el que nos dejó con la boca abierta, con sus mates imposibles, sus penetraciones fugaces e inalcanzables y sus altos porcentajes de tiro. Parecía que lo habíamos visto todo. Pero no. Poco después, un “yogurín” que respondía al nombre de Ricky Rubio dejó perplejos a todos al debutar con 14 años en la máxima categoría. No fue un espejismo, ni un capricho. Su valedor, Aíto García Reneses, descubrió en él su mentalidad, y dejó a un lado el DNI. Pocos entrenadores se hubieran atrevido.A ellos se ha unido Pau Rivas, otro canterano que apunta buenas manera como base.
El Juventud, por tanto, tiene la sangre esencial de un equipo, la de la cantera, que se mama desde pequeño. A la juventud y el sentimiento por el equipo, se añade el “jogo bonito” del baloncesto, ese que practica la Penya de sofocante defensa y matador contraataque. Pero todos estos ingredientes sólo los podía cocinar de manera magistral el chef Aíto García Reneses. Despedido del Barça por la puerta de atrás, el técnico madrileño ha creado un ejército en Badalona a su imagen y semejanza. Y aunque no lo reconozca, un buen cocinero sabe que la venganza se sirve en plato frío.
Con una media de 90 puntos por partido, dos de los jugadores más valorados de la ACB y un inteligente entrenador, el DKV se ha convertido en el emperador de la ACB. Real Madrid, Barça y Tau tendrán que sudar tinta china para superar al modelo verde de la Penya.
Hace unos años fue un tal Rudy Fernández el que nos dejó con la boca abierta, con sus mates imposibles, sus penetraciones fugaces e inalcanzables y sus altos porcentajes de tiro. Parecía que lo habíamos visto todo. Pero no. Poco después, un “yogurín” que respondía al nombre de Ricky Rubio dejó perplejos a todos al debutar con 14 años en la máxima categoría. No fue un espejismo, ni un capricho. Su valedor, Aíto García Reneses, descubrió en él su mentalidad, y dejó a un lado el DNI. Pocos entrenadores se hubieran atrevido.A ellos se ha unido Pau Rivas, otro canterano que apunta buenas manera como base.
El Juventud, por tanto, tiene la sangre esencial de un equipo, la de la cantera, que se mama desde pequeño. A la juventud y el sentimiento por el equipo, se añade el “jogo bonito” del baloncesto, ese que practica la Penya de sofocante defensa y matador contraataque. Pero todos estos ingredientes sólo los podía cocinar de manera magistral el chef Aíto García Reneses. Despedido del Barça por la puerta de atrás, el técnico madrileño ha creado un ejército en Badalona a su imagen y semejanza. Y aunque no lo reconozca, un buen cocinero sabe que la venganza se sirve en plato frío.
Con una media de 90 puntos por partido, dos de los jugadores más valorados de la ACB y un inteligente entrenador, el DKV se ha convertido en el emperador de la ACB. Real Madrid, Barça y Tau tendrán que sudar tinta china para superar al modelo verde de la Penya.
A. Alvarez Rodrigo
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