El 7, Raúl, y el 14, Guti, se van. Madridistas de corazón. Ambos llegaron casi a la vez, pero entraron de distinta forma. Uno, con sacrificio y lucha; el otro, con polémica y talento. Dos hijos de la casa que sembraron debates: mientras a Raúl le achacaban su falta de condiciones a Guti le reprochaban su flácida personalidad.
Negredo, otro de los productos de La Fábrica (como llaman a Valdebebas), aprovechó para dar un toque de atención. El Madrid no da chance a los jugadores del Castilla. Y no creo que de las categorías inferiores blancas salgan peores jugadores que de La Masía, porque más del 90% de los equipos de Primera tienen a un futbolista con pasado blanco.
Pocas horas después de las palabras del delantero del Sevilla, el Madrid hacía oficial el traspaso de Marcos Alonso al Bolton, a la vez que en Portugal dan por hecho el fichaje de Rodrigo Moreno por el Benfica. Un Rodrigo que ahora está en la Selección Sub´19 donde predominan, como no, los jugadores del Barça.
No critico el trabajo de las decenas de entrenadores que se patean campos y dedican miles de horas a trabajar con las futuras estrellas. Es cierto que las convocatorias varían de unas generaciones a otras. Pero lo que sí creo es que si en 1994 Valdano no hubiera tenido la gallardía, ya no de hacer debutar, sino de mantener en el once a Raúl una jornada después de haber fallado lo imposible en La Romareda, no habríamos conocido a uno de los mejores jugadores de la historia de España. Algo de razón tendrá Negredo.
El objetivo
El equipo ganador es el que se levanta el primero después de una derrota
jueves, 29 de julio de 2010
miércoles, 14 de julio de 2010
El fútbol como arte
¡Qué inmensa felicidad produce escribir sobre España, Campeona del Mundo! Dicen que la euforia de un triunfo así se alarga sólo durante 48 horas. Han pasado más y la satisfacción y orgullo por aquella victoria todavía late en el interior, orgulloso de haber sufrido durante tantos años por un equipo que ahora maravilla al Mundo del Fútbol.
De todo lo que ha ocurrido durante el último mes, monotemático en mi vida, me quedo con tres pinceladas. La primera, tiene el sabor amargo de la derrota ante Suiza. Aquel encuentro fue fundamental, más que ninguno para la victoria final por varios motivos: nos posó los pies en el suelo a la afición; les avisó de que no iba a ser nada fácil a los jugadores; y evidenció que Del Bosque tenía las cosas claras a pesar de que aumentaron las dudas sobre su figura.
Precisamente el entrenador que ha dirigido a España protagonizó el segundo momento. Tras ganar a Alemania dijo que era el triunfo de todas las familias futbolísticas del país. Es cierto. Porque, aunque predomina la escuela de la Masía, Sevilla, Valencia, Lezama, Guipúzcoa, Gijón, Oviedo, Español, Canarias y Madrid, las grandes canteras, han estado representadas. Y luego está Fuentealbilla, ese pueblecito del interior, origen de Iniesta, que representa a todos los anónimos entrenadores que dedican su tiempo libre a niños pequeños que sueñan con meter el gol en la final de la Copa del Mundo.
Todos se han conjuntado para formar un equipo con un estilo de juego exquisito. Ese que el gran Andrés Montes denominó en Alemania 2006 como el “tiqui-taca”. Ya tenemos un ADN ganador. Y lo positivo es que a partir de ahora ya sabemos cómo tendremos que perder, de qué modo, cuando ocurra, habremos de hincar la rodilla. Espero que no nos pase como a Holanda, y que las generaciones futuras traicionen a un estilo tan bello, el de esta España campeona de la Euro 2008 y del Mundial 2010 que ha hecho del fútbol un arte.
De todo lo que ha ocurrido durante el último mes, monotemático en mi vida, me quedo con tres pinceladas. La primera, tiene el sabor amargo de la derrota ante Suiza. Aquel encuentro fue fundamental, más que ninguno para la victoria final por varios motivos: nos posó los pies en el suelo a la afición; les avisó de que no iba a ser nada fácil a los jugadores; y evidenció que Del Bosque tenía las cosas claras a pesar de que aumentaron las dudas sobre su figura.
Precisamente el entrenador que ha dirigido a España protagonizó el segundo momento. Tras ganar a Alemania dijo que era el triunfo de todas las familias futbolísticas del país. Es cierto. Porque, aunque predomina la escuela de la Masía, Sevilla, Valencia, Lezama, Guipúzcoa, Gijón, Oviedo, Español, Canarias y Madrid, las grandes canteras, han estado representadas. Y luego está Fuentealbilla, ese pueblecito del interior, origen de Iniesta, que representa a todos los anónimos entrenadores que dedican su tiempo libre a niños pequeños que sueñan con meter el gol en la final de la Copa del Mundo.
Todos se han conjuntado para formar un equipo con un estilo de juego exquisito. Ese que el gran Andrés Montes denominó en Alemania 2006 como el “tiqui-taca”. Ya tenemos un ADN ganador. Y lo positivo es que a partir de ahora ya sabemos cómo tendremos que perder, de qué modo, cuando ocurra, habremos de hincar la rodilla. Espero que no nos pase como a Holanda, y que las generaciones futuras traicionen a un estilo tan bello, el de esta España campeona de la Euro 2008 y del Mundial 2010 que ha hecho del fútbol un arte.
viernes, 9 de julio de 2010
Nako Ya España
Faltan menos de tres días y detecto cierto aire victorioso infundamentado y sobredimensionado: nos vemos con la Copa antes de jugar con Holanda. Y no es así. No es así, porque me está recordando a la previa del encuentro de Suiza, donde calculábamos cuántos íbamos a meter antes de marcar el primero.
Holanda, que no es la Naranja Mecánica, es un buen equipo que ha ganado todo y se ha cargado a Brasil. Vale que Alemania tenga la pinta de mejor equipo, pero....todos los partidos cuentan historias distintas y si Gio te engancha un petardo desde 40 metros en el minuto cuatro....
No nos habíamos visto en otra, de ahí ese optimismo. Pero recordad que llegamos hasta aquí a base de humildad. Eso sí, es la hora de España: Nako Ya España.
Holanda, que no es la Naranja Mecánica, es un buen equipo que ha ganado todo y se ha cargado a Brasil. Vale que Alemania tenga la pinta de mejor equipo, pero....todos los partidos cuentan historias distintas y si Gio te engancha un petardo desde 40 metros en el minuto cuatro....
No nos habíamos visto en otra, de ahí ese optimismo. Pero recordad que llegamos hasta aquí a base de humildad. Eso sí, es la hora de España: Nako Ya España.
jueves, 8 de julio de 2010
Sí, estamos en la Final
No voy a mentirles. No estoy llorando. Quizá mi cuerpo, mi mente me esté reservando las lágrimas para el domingo. Para la final de la Copa del Mundo de Fútbol que va a jugar la Roja ante Holanda. Ahora mismo, a las 22:27 de la noche no sé qué decir, pero escribir es la única manera que tengo de expresarme porque estoy afónico.
Creo que como ustedes he gozado, he sufrido y me he emocionado. Creo que como usted, voy a celebrar un hito histórico de unos jugadores históricos. Se acabó Brasil del 50, como se acabó el gol de Marcelino. Porque no lo olviden, éstos mismos españoles jugaron hace menos de un mes ante Suiza. Entonces demostraron que, sí, que los accidentes también ocurren, pero no frecuentan. Y por cierto, un 10 para Del Bosque.
Ahora, como hoy, sólo queda disfrutar de algo que puede nunca veamos, o puede que sí. No lo sé, pero yo lo voy a disfrutar como si fuera la primera vez. Porque sí, porque en realidad es la primera vez que veo a la Selección Española en la final del Mundial. Gracias muchachos.
Creo que como ustedes he gozado, he sufrido y me he emocionado. Creo que como usted, voy a celebrar un hito histórico de unos jugadores históricos. Se acabó Brasil del 50, como se acabó el gol de Marcelino. Porque no lo olviden, éstos mismos españoles jugaron hace menos de un mes ante Suiza. Entonces demostraron que, sí, que los accidentes también ocurren, pero no frecuentan. Y por cierto, un 10 para Del Bosque.
Ahora, como hoy, sólo queda disfrutar de algo que puede nunca veamos, o puede que sí. No lo sé, pero yo lo voy a disfrutar como si fuera la primera vez. Porque sí, porque en realidad es la primera vez que veo a la Selección Española en la final del Mundial. Gracias muchachos.
Cuando Xavi dice esto es España
Una delicia de Orfeo Suárez, jefe de Deportes de El Mundo.
Un periodista extranjero abordó a Xavi en la zona mixta del estadio Moses Mabhida, en Durban, y le preguntó: "¿Esto es otro triunfo del Barça, no ?". El centrocampista lo miró, serio, y contestó: "Esto no es el Barcelona, es la selección, esto es España". Es innegable la aportación de la escuela de la Masia, del fútbol que ejemplifica como ningún otro este arquitecto del juego. Seis jugadores, más Villa, es decir siete, fueron titulares en el equipo que derrotó a Alemania, con lo centrales, la mayoría de los centrocampistas principales y los delanteros. Las palabras de Xavi, sin embargo, incidían en el mensaje de entenderlo como una parte del todo, la parte importante, pero una parte.
Xavi, en concreto, lo dijo desde el convencimento. No es un tipo que disimule, es optimista, práctico y muy, muy sincero. Como Puyol, que ni siquera en su día de gloria traicionó su costumbre de no hablar en las zonas mixtas. Le repele lo mediático, aunque seguramente no podrá resistirse al acoso. Xavi creció bajo la mortificante comparación con Guardiola en su club, y fue un seleccionador quien cambió su mentalidad y le hizo creer en una nueva jerarquía. "Durante años me consideraba un jugador importante, pero fue Luis quien me convenció de que debía ser el jugador clave. Después también lo hizo Pep", confesó a este periodista.
La Eurocopa, de la que salió como el mejor jugador del continente, multiplicó su dimensión, le hizo sentir el rol que le llevó a dirigir al mejor Barcelona de la historia. Es cierto, pues, que España le debe mucho al Barcelona, pero el club tiene también una pequeña deuda con la selección. Al volver de Viena, ni Xavi, ni Puyol, ni Iniesta recibieron ni un solo sms de felicitación de su presidente, Joan Laporta, ni de su club, que ese mismo año dedicó una portada de su revista corporativa al título olímpico de Messi. A los futbolistas les dolió, pero callaron.
Un olvido mezquino de un personaje sin clase, que presidió un gran Barcelona en lo deportivo pero sometió a sus caprichos mundanos y políticos a una entidad ejemplar, que no sólo le debe lo que es a Cruyff, sino a muchas personas y empleados que trabajaron por una entidad sin divisiones, como los desaparecidos Oriol Tort, uno de esos técnicos de base a los que iban dirigidas las palabras de Vicente del Bosque tras la victoria, en una lección de lo que significa saber ganar. Como Ricard Maxenchs, el mejor anfitrión, como Evarist Murtra, artífice del acuerdo con Unicef, y como ahora Pep Guardiola. Con todos ellos está en sintonía Xavi, y todos ellos, incluso quienes ya no están entre nosotros, celebraron en alguna parte la clasificación de España, tan suya como nuestra.
Un periodista extranjero abordó a Xavi en la zona mixta del estadio Moses Mabhida, en Durban, y le preguntó: "¿Esto es otro triunfo del Barça, no ?". El centrocampista lo miró, serio, y contestó: "Esto no es el Barcelona, es la selección, esto es España". Es innegable la aportación de la escuela de la Masia, del fútbol que ejemplifica como ningún otro este arquitecto del juego. Seis jugadores, más Villa, es decir siete, fueron titulares en el equipo que derrotó a Alemania, con lo centrales, la mayoría de los centrocampistas principales y los delanteros. Las palabras de Xavi, sin embargo, incidían en el mensaje de entenderlo como una parte del todo, la parte importante, pero una parte.
Xavi, en concreto, lo dijo desde el convencimento. No es un tipo que disimule, es optimista, práctico y muy, muy sincero. Como Puyol, que ni siquera en su día de gloria traicionó su costumbre de no hablar en las zonas mixtas. Le repele lo mediático, aunque seguramente no podrá resistirse al acoso. Xavi creció bajo la mortificante comparación con Guardiola en su club, y fue un seleccionador quien cambió su mentalidad y le hizo creer en una nueva jerarquía. "Durante años me consideraba un jugador importante, pero fue Luis quien me convenció de que debía ser el jugador clave. Después también lo hizo Pep", confesó a este periodista.
La Eurocopa, de la que salió como el mejor jugador del continente, multiplicó su dimensión, le hizo sentir el rol que le llevó a dirigir al mejor Barcelona de la historia. Es cierto, pues, que España le debe mucho al Barcelona, pero el club tiene también una pequeña deuda con la selección. Al volver de Viena, ni Xavi, ni Puyol, ni Iniesta recibieron ni un solo sms de felicitación de su presidente, Joan Laporta, ni de su club, que ese mismo año dedicó una portada de su revista corporativa al título olímpico de Messi. A los futbolistas les dolió, pero callaron.
Un olvido mezquino de un personaje sin clase, que presidió un gran Barcelona en lo deportivo pero sometió a sus caprichos mundanos y políticos a una entidad ejemplar, que no sólo le debe lo que es a Cruyff, sino a muchas personas y empleados que trabajaron por una entidad sin divisiones, como los desaparecidos Oriol Tort, uno de esos técnicos de base a los que iban dirigidas las palabras de Vicente del Bosque tras la victoria, en una lección de lo que significa saber ganar. Como Ricard Maxenchs, el mejor anfitrión, como Evarist Murtra, artífice del acuerdo con Unicef, y como ahora Pep Guardiola. Con todos ellos está en sintonía Xavi, y todos ellos, incluso quienes ya no están entre nosotros, celebraron en alguna parte la clasificación de España, tan suya como nuestra.
miércoles, 7 de julio de 2010
¡Vamos por todo!
Llevo unos días cagado de miedo, la verdad. Alemania me asusta. Antes lo hicieron Paraguay y Portugal, pero más por la maldita maldición de los cuartos, de Corea, Italia, Bélgica, Francia... Ahora el miedo germano es más un vértigo nunca probado de estar una semifinal de un Mundial ante los que "siempre ganan", como diría Linneker.
Pero de repenten, hoy, día de partido, me he levantado más optimista que nunca. Ya no tengo pavor, ahora segrego ansia de partido. Ganas de ver el partido. De repente la confianza en España, en esta España que ha roto maldiciones y estupideces, ahora, esa confianza, ha vuelto a florecer en mi interior como hace dos años. Y más, tras leer una entrevista a Xavi Hernández, el cerebro.
Escribo esto mientras de fondo, en mi ordenador suena el Waka Waka. "This time for Africa", canta Shakira. "This time for Spain", me late el corazón. ¡Vamos por todo!
Pero de repenten, hoy, día de partido, me he levantado más optimista que nunca. Ya no tengo pavor, ahora segrego ansia de partido. Ganas de ver el partido. De repente la confianza en España, en esta España que ha roto maldiciones y estupideces, ahora, esa confianza, ha vuelto a florecer en mi interior como hace dos años. Y más, tras leer una entrevista a Xavi Hernández, el cerebro.
Escribo esto mientras de fondo, en mi ordenador suena el Waka Waka. "This time for Africa", canta Shakira. "This time for Spain", me late el corazón. ¡Vamos por todo!
martes, 6 de julio de 2010
¡Por qué será!
Esta mañana escuché en la radio una pregunta: ¿Con qué se ha emocionado usted en la vida? Repasando mentalmente en la cama mientras me iba levantando, momento poco recomendable para darle esfuerzo al cerebro, me vinieron varios instantes.
Evidentemente, el día de mi graduación era uno de los primeros. También algún momento personal de poca importancia para el caso. Pero el top tres estaba copado. Sevilla y el Sánchez Pijuán quedará marcado para siempre. Pero sin duda ha sido La Roja quien más me ha reportado.
Espero y deseo que lo del sábado vaya bajando en mi lista, porque espero y deseo que el miércoles, que el domingo... bueno, no lo voy a decir. Solo quiero repetir las lágrimas del 29 de junio de 2008. Por qué será que el fútbol es un deporte de emociones...
Evidentemente, el día de mi graduación era uno de los primeros. También algún momento personal de poca importancia para el caso. Pero el top tres estaba copado. Sevilla y el Sánchez Pijuán quedará marcado para siempre. Pero sin duda ha sido La Roja quien más me ha reportado.
Espero y deseo que lo del sábado vaya bajando en mi lista, porque espero y deseo que el miércoles, que el domingo... bueno, no lo voy a decir. Solo quiero repetir las lágrimas del 29 de junio de 2008. Por qué será que el fútbol es un deporte de emociones...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)