Llegamos al final de una nueva década. La primera del Siglo XXI. Una década donde el Deporte ha seguido cobrando protagonismo en el panorama mundial. El Deporte se ha convertido en una especie de octavo arte, una disciplina seguida por millones de personas a lo largo y ancho de este planeta. Fútbol, baloncesto, tenis, golf, fórmula 1, motociclismo, ciclismo, balonmano, atletismo… pero también pádel, beisbol, voleibol, vóley playa, ping pong. Da igual la modalidad, el ámbito o la categoría. La sociedad de este nuevo siglo está rodeada de Deporte, lo practica y lo observa, lo critica y lo admira, paga por ello y clama contra los tramposos, se preocupa por su salud, aplaude a los que baten récords, anima a los derrotados.
En el mundo que nos ha tocado vivir, un deportista tiene más poder que un político, que utilizan a las estrellas del fútbol, del atletismo, del baloncesto como reclamos; los escritores reflexionan sobre estos nuevos artistas; los directores y productores cinematográficos, sabedores del gancho, no dudan en explotar el filón del deporte para crear película, documentales o reportajes; las esculturas de los mitos brillan a las puertas de los estadios como las imágenes de los dioses lo hacen en su templos. Tal es la magnitud, que la sociedad ya no sólo valora lo que hacen los deportistas dentro de la cancha, de la pista, del pabellón o del campo; su relevancia es mayor, se les consideran ejemplos para la sociedad, dioses, cuyos errores son mutiladores para sus admiradores y fans, y carne fresca de la que se alimenta una nueva saga de periodistas sin escrúpulos, ávidos del escándalo y faltos de criterios éticos.
Concluyen diez años donde el deporte se ha erigido en un aspecto fundamental para la vida diaria. Haciendo recuento, en este tiempo ha habido grandes momentos a nivel mundial: Phelps, Woods, Federer, Bryant, Rossi, Schumacher, Amstrong, Isinbayeva … y muchos más que se quedan en los libros de la historia. Sin embargo, he elegido un momento que resume bien lo que es el deporte en la actualidad. Superación, ambición, competitividad, futuro, frescura, alegría, deportividad, velocidad. “La Carrera”, la final de los 100 metros de los Juegos Olímpicos de Pekin 2008. Menos de 10 segundos, la máxima expresión en el menor tiempo posible del espíritu que implantaron los griegos en la Antigüedad. El Deporte ahora es Usain Bolt.
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