Las últimas semanas están siendo muy prolíficas en cuanto a comentarios absurdos y que dan juego para crear polémicas. Si hace siete días comentaba las declaraciones de Ferguson y Mijatovic sobre el franquismo, uno, y sobre conspiraciones arbitrales, otro, en esta ocasión el figura ha sido Eduardo Iturralde, cuyo nombre artístico es Iturralde González. Este árbitro de la Primera División se declaró aficionado del Athletic de Bilbao en una radio vasca, amén de meterse con tal y cual grupo de comunicación que a mí me trae sin cuidado.
El caso es que este colegiado ha tomado partido por uno de los clubes a los que puede que tenga que juzgar indirectamente en el futuro. Es, más o menos, como lo de la Reina y sus afirmaciones sobre el matrimonio gay. Iturralde tiene que comprender que él es un juez, y por tanto imparcial, de una competición en la que se mueve mucho dinero. Por muchos sentimientos que tenga, no debe hacerlos públicos. Ahora se ha posicionado y todas sus acciones van a ser miradas con lupa, más aún si cabe. Le lloverán las críticas y las tortas en los estadios cuyo equipo se juegue algo con el Bilbao. Luego, volverá a salir del agua para quejarse de la persecución que sufren los árbitros.
Es cierto que en la sociedad futbolística los trencillas tienen una mala fama. Bueno, unos más que otros, pues un servidor prefiere el arbitraje inglés al español. En un partido de la Premier los colegiados hablan con los jugadores, les explican el porqué de la amonestación o les avisan de una manera cordial de una posible tarjeta. Por su parte, Iturralde es de la escuela “Yo mando, yo saco la tarjeta y aquí que nadie hable porque se va a la calle”. El colegiado vasco se ha metido en un callejón sin salida. Y la única solución que veo es que deje el arbitraje de Primera División, porque si no podría llegar un momento en el que adultere la competición.
A. Alvarez Rodrigo
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo. EL colegiado no debe intervenir nunca y menos posicionarse. A ver si ahora vamos a tener que darle la razón a schuster y su famoso "¿de dónde es el árbitro?"
la verdad es que la profesión de árbitro es dura. pero ahora iturralde va a ser observado con más lupa por los rivales del bilbao. y eso le puede perjudicar y añadir más presión
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