El objetivo

El equipo ganador es el que se levanta el primero después de una derrota

viernes, 30 de abril de 2010

Un equipo kafkiano

¡Quién nos lo iba a decir! El prestigio internacional de los clubes españoles queda en manos del Atlético de Madrid. Increíble la travesía que ha hecho esta temporada, habitual por otra parte en un club donde reina la inestabilidad y las prisas desde hace demasiado tiempo, y donde todos tienen la culpa. Eso sí, tanto de lo malo como de lo bueno, como es en el caso que nos ocupa.


De lo bueno porque entre jugadores, entrenadores, directiva y afición han llegado a Hamburgo para levantar la primera Europa League, esta sub Champions League que se ha inventado Michael Platini. Tiene `guasa´ el asunto, ya que el día 12, el insultado, vilipendiado y odiado Platini puede entregarle a Antonio López el tercer título europeo de la historia rojiblanca.


Desde hace tiempo tengo claro que si el `Atleti´ fuera persona, sería bipolar. Hace un tiempo Forlán era pitado en el Calderón. Ahora, tras el gol en Anfield vive en el corazón de la hinchada. A finales de 2009, la grada pedía la cabeza de toda la plantilla y del entrenador, Abel Resino. Enrique Cerezo ofreció la del toledano para conservar la suya.


Sin embargo, el problema de este club es psicológico. Tan pronto se autocalifica como candidato a la Liga, como tres jornadas más tarde ve con abismo la Segunda División. En esta ocasión, la clave del cambio hacia el optimismo y la reconciliación ha estado en dos factores: el descubrimiento de dos canteranos de categoría, Domínguez y De Gea, que identifica al pueblo con el equipo; y la llegada de Thiago.


Lo del portugués me recuerda a lo que pasó en el primer Barça de Rijkaard con Edgar Davids. No era fundamental, pero su fichaje supuso una tranquilidad espiritual kafkiana. Porque es eso, el Atlético de Madrid, muchas veces, parece sacado de un libro de Franz Kafka.

jueves, 29 de abril de 2010

La historia de Sayon Keita

El próximo mes de junioSudáfrica será el centro de atención planetario debido a la celebración de la Copa Mundial de fútbol. Por primera vez en la historia, la FIFA llevará toda su parafernalia al continente más olvidado, y a la vez maltratado. Aunque el país sudafricano, el más desarrollado y estable de todos, quizá es el menos africano.

Mientras tanto, miles de africanos intentarán hacer el viaje contrario al de las estrellas del balompié. Mientras Cristiano Ronaldo viaje en busca de la final de Johannesburgo, en la dirección opuesta Sayon Keita se partirá el pecho por jugar en Las Gaunas la próxima temporada.

Como imagino que ya sabrán la historia del portugués, les voy a contar la de Keita. Este joven de 19 años tenía muy claro que lo suyo era el fútbol, como tantos otros. Por eso se lanzó, patera de por medio, hacia las Canarias. Allí, como a miles y miles de inmigrantes, lo ingresaron en un Centro de Internamiento de Inmigrantes, en espera de la orden de viaje de vuelta a casa.

Como a tantos otros, dicha orden no se ejecutó, y Keita viajó hasta Madrid, para buscar su sueño. Justo a la misma ciudad donde Ronaldo hace fama de su nombre, cuerpo y juego para ganar miles de euros al segundo, Keita tuvo que recurrir a la caridad. Fue perseguido, pero no por alocadas fans en busca de un autógrafo, sino por justicieros policías en busca de papeles.

Mientras Ronaldo encerraba en el Santiago Bernabéu a 80.000 fieles que fotografiaban cada pose, Keita fue encerrado en una celda donde el tiempo pasaba lenta y pesadamente. Eso sí, con la idea de salir y triunfar, esperando su momento. Y llegó. Entró a formar parte del Club Deportivo Vienés, de Tercera División.

Aún así, una orden de expulsión pesaba sobre Keita, amenazado por jueces y policías que cualquier día por la calle le solicitasen los papeles. Sin embargo, el fútbol, aquello por lo que vivió, le puede salvar. La Unión Deportiva Logroñés, de Segunda B, le ha ofrecido un contrato profesional que legalizaría su condición.

Keita se quedará, pero muchos otros no corren la misma suerte. Jóvenes engañados por sedientos representantes capaces de beber del poco agua que queda en África, solicitando a las familias cerca de 2.000 euros para que sus hijos triunfen en Europa.

Luego, abandonados, sin dinero, sin fama, sin sueño, tienen que volver. Valga un dato: el 40% de las órdenes de repatriaciones de Costa de Marfil obedece a adolescentes enamorados del balón que buscaron su estrella. Este verano el mundo le va a dar algo a África, pero sigue siendo muy poco en comparación con lo robado. Ni 100 mundiales servirían.

miércoles, 21 de abril de 2010

Samaranch

Hace ya unos cuantos años, un domingo, cuando mi padre me llevaba en coche a jugar un partido de fútbol, abrí una revista que venía con el periódico y vi a un señor cuyo rostro rugoso, perfil chupado y pelo blanco me llamó la atención. Recuerdo que me impresionó su apellido, Samaranch, y recuerdo, aún con más sorpresa, que era español y, además, quien mandaba en el deporte, algo así como el rey de los Juegos Olímpicos. Era usted, señor Samaranch. Y desde entonces su figura me enfundó respeto y admiración.


Luego, con el paso del tiempo, a medida que iba desperezando mi modorra infantil, fui teniendo mayor conciencia del cargo que ocupaba: presidente del Comité Olímpico Internacional. ¿Un español jefe del deporte?, me preguntaba. Lo que me obligaba a leer más sobre usted.


Cuanto más leía, más me sorprendía. Había formado parte del Franquismo, y, sin embargo, fueron los apoyos de la URSS los que le ayudaron para acceder al cargo de presidente del COI.
Poco a poco, a medida que mi interés por el periodismo me llevaba a preguntármelo todo, supe que usted había sido corresponsal en los Juegos Olímpicos del Helsinki. Vamos, lo que un periodista en ciernes y amante del deporte como yo desea con toda su alma.



De usted siempre halaban su figura y hablan maravillas: polifacético, conciliador, diplomático, inteligente, soñador, visionario… Usted, que supo hilar el deporte y la política sin que lo uno engullese a lo otro. No he tenido la suerte de conocerle personalmente, pero sí de descubrirle, porque su figura me hizo pensar ya desde pequeño que el deporte era algo magistral.


Cuando este mediodía he encendido el ordenador he leído que se va, que nos deja, que ya no habrá más entrevistas en las que saber más de su vida, que su corazón ha dicho basta, como usted un día dijo aquello de … “á la ville de Barcelona”. ¡Qué grande aquello!, ¿verdad? Menos mal que en mi memoria siempre permanecerá aquella entrevista que leía un domingo cuando iba a jugar al fútbol. Adiós, señor Samaranch. Gracias.

miércoles, 14 de abril de 2010

Barça-Madrid: la cantera como diferencia

Artículo de Alfredo Relaño publicado el martes 13 de abril en el Diario As.

Cuando estaba echando cuentas para convertir el club en sociedad anónima, Gil decidió, recortando de aquí y de allá, liquidar la cantera. Le costaba como medio millón de euros al año, que pensó que eran un dispendio. Así que disolvió aquello, docenas de chicos se quedaron en la calle y varios ficharon por el Madrid. Uno de esos era Raúl. Años después, el club, consciente del error, rehízo la cantera. Entonces salió Torres, que tras cinco años metiendo goles y haciendo afición se fue al Liverpool y dejó en caja 40 millones de euros, el coste de la cantera en varias decenas de años. Y todavía es el eje sentimental de la afición atlética.

La cantera es la mejor inversión posible. No se hace de un día para otro, aunque sí se puede destruir de un plumazo. Pero si se hace con tiempo y mimo no hay nada que compense más, ni económicamente (aunque extraviados tiburones del negocio defiendan lo contrario) ni sentimentalmente. Un equipo cargado de cantera parte de una superioridad moral sobre el adversario, se identifica mejor con su afición, se agrupa con más facilidad en los malos ratos, tiene más sentido. Al Barça de hoy hay que agradecerle muchas cosas, pero sobre todo esa: que esté represtigiando la utilidad de trabajar bien la cantera.

¿Cuánto le hubiera costado reunir en un mismo equipo a los Xavi, Messi, Iniesta, Víctor y demás...? Pues eso le ha salido gratis. Y algún repescado, como Piqué, se ha sentido al regreso como en su casa. Todos estos palos de ciego que da el Madrid desde hace años tienen que ver con el descuido de esa parcela. El Madrid de los ye-yés, de los voluntariosos 'garcías', finalistas de Europa, de 'La Quinta del Buitre', de Raúl, Guti y Casillas (los últimos grandes) es hoy un club sólo comprador. Es verdad que sacar una gran generación es algo cuestión de suerte. Y la suerte existe, sí. Pero hay que salir a buscarla de madrugada con un azadón.

miércoles, 7 de abril de 2010

El día del obrero futbolista

Dice Tote, futbolista del Hércules de Segunda División, que “no hay huevos a realizar la huelga”. Se refería a la convocatoria de paro que ha propuesto el nuevo presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Luís Rubiales. Esa frase del delantero herculino dice mucho de la inacción que ha habido durante tantos y tantos años en el sindicato de los futbolistas.


Hasta que Rubiales se presentó como candidato, obligando a Gerardo González Movilla, ex presidente de la AFE, a convocar un proceso electoral , la AFE se dedicaba a amparar de manera más o menos prudente a los futbolistas de Primera y Segunda, con algún conato que huelga, más para quedar bien que para obligar. Los jugadores del resto de categorías eran huérfanos.


Sin embargo, el ímpetu de Rubiales le ha llevado a amenazar a la Federación Española de Fútbol y la Liga de Fútbol Profesional para solucionar una esperpéntica situación. Precisamente el ahora presidente del sindicato sufrió las penurias de un club en ruinas, como fue ese Levante en Primera que amenazó con no presentarse a varios encuentros, entre ellos uno en el Bernabéu.


Mucha atención le dieron los medios de comunicación, pero porque era en Primera y resultaba una novedad. Lamentablemente los impagos de los clubes de categorías inferiores no tan profesionalizadas, como Segunda B y Tercera, están al orden del día y, hoy por hoy, la novedad es que un club pague a sus trabajadores, ya que, al fin y al cabo, los futbolistas son trabajadores.


Rubiales ha emprendido un camino que le puede llevar a ser el más grande de los presidentes o el objetivo a derribar por los viejos elefantes que dirigen el fútbol español. Su intención es bondadosa. Busca presionar con el poder de los más grandes (Liga BBVA) para solucionar los problemas de ese Terrasa, de ese Alicante y de tantos y tantos clubes que no pagan a sus obreros.


Si el 1 de mayo es el día del trabajador, Rubiales, valiente, atrevido, con un espíritu jovial y luchador, pretende que el fin de semana del 16 y 17 de abril sea de los obreros futbolistas. Parece que Rubiales sí tiene huevos, pero, ¿el resto de futbolistas? Yo creo que no, que a los vanidosos jugadores de Primera que cobran millonadas les trae al pego que en Segunda B un compañero que es mileurista lleve ocho meses sin ingresar nada. Espero equivocarme, pero ese fin de semana sí habrá fútbol, por lo menos en Primera.


Fotos: El Confidencial.